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Como cada 1 de mayo, nos preparamos para celebrar la fiesta de San José Obrero, el carpintero de Nazaret, que con su laboriosidad proveyó la subsistencia de María y de Jesús e inició al Hijo de Dios en los trabajos de los hombres. Este Padre y Custodio del Señor, es reconocido como el "Patrono de los trabajadores".

Esta fiesta fue instituida en 1955 por el Venerable Papa Pío XII, en presencia de un grupo de obreros reunidos en la Plaza de San Pedro en el Vaticano. La celebración coincide con el "Día Internacional de los Trabajadores", en el que se conmemora la fundación del movimiento obrero mundial, Día Mundial del Trabajo.

Al cumplirse 150 años de su declaración como Patrono de la Iglesia Universal, el papa Francisco presentó la Carta Apostólica “Patris Corde”, "Con corazón de padre". Entre las grandes citas que nos deja esta hermosa carta, el papa resalta que: “La persona que trabaja, cualquiera que sea su tarea, colabora con Dios mismo, se convierte un poco en creador del mundo que nos rodea”.

Por ello, este jueves  1 de mayo, los trabajadores católicos detenemos nuestras labores para honrar a Dios santificando el trabajo diario con el que nos ganamos el pan. Por lo que es un día de descanso, en el cual estamos llamados a disfrutar la alegría que conlleva compartir lo nuestro con los demás.

Ese día, la secretaría parroquial estará cerrada y como siempre celebraremos la Misa de 19:30 hrs. para honrar a San José Obrero.